En mi casa todo era un caos, mi mamá no sabía si reír o llorar con la noticia, uno de mis hermanos había decidido dejarme de hablar por que no sabía como manejar la noticia, el otro aplaudía el hecho de no haber abortado pero todo lo demás le parecía incorrecto, mi papá se dedicaba a observar, mi novio aún actuaba como si nada estuviera pasando y encima de todo tenía que comenzar los cuidados de mi embarazo.
No tenía ni idea de por donde empezar, no sabía a donde ir, que hacer, que comer, que no comer, que dejar de hacer y claro me sentía muy avergonzada como para preguntarle a mi mamá, así que una amiga me recomendó al ginecólogo de su hermana, era la primera vez que iba a uno. La cita quedó y mi amiga prometió acompañarme, me sentí mas segura, al menos ella cuidaba a su sobrino así que era una experta en el tema de bebés y embarazos a comparación mía.
Llegó el día, las cosas se complicaron para mi amiga y tuve que ir sola, llegué como media hora antes estuve a punto de irme no quería entrar, no así, sola, con más culpa que emoción, con remordimiento pensando en cuanto había decepcionado a todos, al final me armé de valor y entré. El doctor no preguntó mucho, creo que entendió que no estaba para preguntas que no fueran las necesarias, me felicitó y con mucho ánimo me preguntó que si quería conocer al bebé, se me hizo un nudo en la garganta, ¿quería conocerlo?.
Me pidió intentara ir a hacer pipí, me pasó a la cama y pidió me relajara, sería un ultrasonido vaginal, ¡OMG! no tenía idea que así era el procedimiento en las primeras semanas de embarazo.Comenzó a revisar, no veía nada, me iba explicando a cerca del liquido amniótico, la forma de la placenta, navegaba por mi útero pero nada aparecía, dijo que aun era muy pequeño, pero que podía ver las “huellas del león” ahí estaba el bebé, eso era un hecho. Agendamos cita para unas semanas después.
Volví, mucho más tranquila y esta vez sola por decisión, repetimos la rutina de preparación, sólo que ahora sería un ultrasonido por el vientre, prendió los monitores, puso gel en mi vientre y comenzó a revisar, me explicaba lo que mostraba el monitor, hasta que algo hizo que se detuviera, parpadeaba, era diminuto, un punto brillante entre la oscuridad de mis entrañas, tenía un corazón en mi vientre, el doctor puso el doppler para escuchar sus latidos, era el sonido de la vida y venía de mi interior. Seguro me entenderás cuando digo que se me fue el corazón en lágrimas, si bien ya había decidido tenerlo no fue si no hasta ese momento que me enamoré perdidamente del bebé, su corazón dentro de mi, tan mío, tan fuerte, era la imagen más perfecta.
A partir de ese día, pedí todas las noches que mi bebé creciera feliz en mi vientre, que nada de lo que pasaba a mi alrededor lo dañara, debes saber que los bebés tienen una gran sensibilidad desde el útero, te dejo este artículo sobre el desarrollo emocional del bebé
También quisiera dejarte información para que llegues un poquito más informada al ultrasonido.
Un consejo que te puedo dar es que sí alguien te puede recomendar un ginecólogo es mejor que andar buscando, eso me pasó con mi segunda hija, vivía en Morelia y no conocía a nadie, a las 8 semanas fuimos con un doctor, nos dijo que no le escuchaba latido y lo más probable era que tuviera que hacer un legrado, pero que no me preocupara al final era tan pequeño como un “frijolito” era muy común que no se lograran, no tomó el mas mínimo cuidado para decirlo ni para escuchar mis inquietudes, estaba más interesado en platicar con mi esposo que atender la consulta. Lo recuerdo y me vuelvo a enfadar. Salí del consultorio llorando a mares, mi esposo trataba de consolarme diciendo que aun era muy pequeño que no me angustiara, a lo que en un ataque de hartazgo le grité que era mi frijolito y que no quería que nada le pasara.
Comencé a investigar , descubrí que algunos bebés tienen latido mucho más tarde, algo en mi decía que mi bebé estaba bien, que no debía tomar su palabra como la última, te dejo este artículo que habla acerca de cuando se escucha el latido de los bebés
Obviamente buscamos otro ginecólogo esta vez mujer, la verdad es que aunque tuve muy buena experiencia con el primer ginecólogo tenía ganas de probar con una ginecóloga, afortunadamente me tocó con una extraordinaria doctora, me revisó y dijo que todo estaba perfecto no había nada de que preocuparse, me dio muchas recomendaciones sobre el cuidado de mi alimentación, actividades y que evitar durante la gestación. Te dejo un artículo que habla sobre estas recomendaciones
Si bien puedes cambiar las veces que quieras de ginecólogo, es mucho mejor llevar el embarazo con el mismo doctor desde el inicio, te aseguro que eso te ayudará a tenerle mayor confianza, al final es quien va a ayudarte a recibir tú bebé.
Gracias Milú, gracias Elisa, gracias hijas, por haber convertido mi vientre en su hogar.
Gracias por leerme espero leerte pronto.
siempre sucede con el primer hijo ,mas cuando llega sin planificarlo ,es dificil pero emocionante
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